Esta frase me marcó.
Es mi faro a la hora de encontrar el valor diferencial en cada marca que diseño.
Silvinita chica pasó tardes sin número jugando en la imprenta que fundó el abuelo, mientras veía a papá trabajar imprimiendo recibos, almanaques, tarjetas, catálogos, encuadernando ante sus ojos.
Cruzando el patio de mi casa sigue en pie esa imprenta, aún hoy con sus máquinas en funcionamiento, sus tipos móviles organizados, sus tintas y sus matrices que invitan a crear.
Desde el principio de mi recorrido trabajé online como diseñadora gráfica para una empresa de marketing y diseño ubicada en Miami, en EEUU.
Esos más de 10 años fueron un crecimiento acelerado exponencial.
Maqueté y diseñé para marcas reconocidas a nivel mundial como Apple, Microsoft, Lexmark, Sony, Sony Ericsson, Sony Bravia, Palm, Toyota, Dior, Sharp, Panasonic, TVE…
Miles y miles de archivos pasaron por mi compu: identidad gráfica de cada una de ellas, manuales de usos, iconos, diseños exclusivos, carteles, cajas y embalajes, hasta look & fill de juegos virtuales.
Mirando atrás, me quedo con la sensación maravillosa de estar haciendo lo que me apasiona.
Desde entonces y hasta hoy he trabajado para empresas de Argentina, México, España, Chile, Uruguay, Perú, Colombia y EEUU de forma freelance, combinando el diseño editorial con el diseño gráfico de marcas exitosas y únicas.
Son mucho más que marcas: son experiencias memorables.
Tienen claridad absoluta sobre quién son, a quién se dirigen y cuál es su mensaje. Y lo transmiten de forma consistente.
Por encima de todo, saben que la comunicación visual tiene un impacto mucho más fuerte y duradero que la verbal (sin descuidar esta última, por supuesto).
Crean conexión a primera vista.
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¿Te pasó alguna vez que buscaste un producto o un servicio y no los encontraste en el mercado, o por lo menos no como tú necesitabas?
A mí sí.
Así que me dediqué a materializar todo eso que no estaba antes:
El momento en que se produce la MAGIA.
Cuando surge el diseño perfecto, se lo presento al cliente y se emociona al verlo.
Es como canalizar el diseño de tu mejor versión.
Me dicen:
“¡Silvi, es el logo que realmente me representa! ¡Estoy feliz! ¡Es justo lo que busco transmitir! Esto es un salto de calidad inmenso en mi marca.”
Es una sensación que te da la energía de 1000 soles.
Tienes que vivirla para tu marca.
¿Nos ponemos a ello?
5 + 1 consejos infalibles para una marca memorable